Por una descolonización del derecho

Es innegable el proceso de restauración conservadora que viene condensando en nuestros países americanos del sur. Frente a esta ofensiva neoliberal, la pregunta que nos convoca a esta mesa es si puede el pensamiento soberano oponerse y gestar una nueva realidad social. Aunque esta interrogación po...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Liendo, María Cristina
Publicado: 2017
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Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=10427
Descripción
Sumario:Es innegable el proceso de restauración conservadora que viene condensando en nuestros países americanos del sur. Frente a esta ofensiva neoliberal, la pregunta que nos convoca a esta mesa es si puede el pensamiento soberano oponerse y gestar una nueva realidad social. Aunque esta interrogación podría desplegarse en muchas otras acerca de cómo pudiéramos entender la soberanía del pensamiento o qué elementos se constituirían en novedades reales, en esta ocasión me quiero referir a la dimensión jurídica que es posible discernir en las luchas políticas y sociales. Ya que toda acción humana tiende a ser regulada normativamente, considero que las políticas del derecho pueden ser un lugar epistémico desde dónde algunas pocas intervenciones aciertan con esta dirección deseada. La tarea comienza por mirar críticamente el confinamiento teórico del derecho, exclusivamente como ciencia, que ensombrece su dimensión de praxis social capaz de construir nuevas subjetividades y nuevas materialidades jurídicas, además del confinamiento político del derecho en los límites exclusivos del estado nación moderno. En este sentido, procuro mostrar que algo se viene avanzando en la construcción de estas políticas del derecho, ya sea desde la filosofía del derecho, desde la antropología y la sociología jurídica críticas cruzadas con prácticas concretas de juridicidad no hegemónica. La doble tarea, científica y política, se trabaja en los dos frentes: por un lado, creando teoría jurídica que se aleje de la exclusiva normatividad y universalidad y, por el otro, activando esa construcción no sólo en el campo de las luchas sociales sino también en los propios tribunales y en las legislaturas, convertidos en territorios de lucha política.