Plasticidad fenotípica del cabernet sauvignon

Las características fenotípicas de la vid y la composición bioquímica de sus vinos dependen del material vegetal seleccionado, sistema de implantación, características del viñedo, condiciones ambientales y prácticas culturales de manejo (es decir, del terroir). La plasticidad fenotípica es clave par...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Alonso, Rodrigo Emanuel, Berli, Federico Javier, Fontana, Ariel, Muñoz, Flavio Andrés, Urvieta, Roy Alexander
Publicado: 2019
Materias:
Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=14382
Descripción
Sumario:Las características fenotípicas de la vid y la composición bioquímica de sus vinos dependen del material vegetal seleccionado, sistema de implantación, características del viñedo, condiciones ambientales y prácticas culturales de manejo (es decir, del terroir). La plasticidad fenotípica es clave para la definición del terroir ya que es la habilidad de un organismo para expresar diversos fenotipos en diferentes ambientes. Los viñedos de mayor reputación en Mendoza, Argentina, están ubicados en las regiones del Valle de Uco y de Luján de Cuyo. El Valle de Uco se caracteriza por viñedos de altura, radiación solar ultravioleta-B elevada, suelos rocosos y permeables, inviernos fríos y altas amplitudes térmicas, mientras que Luján de Cuyo presenta suelos profundos y veranos cálidos. El Cabernet Sauvignon es uno de los cultivares más importantes en el Valle de Uco, segundo en superficie (11%) después del Malbec (49%, INV-2016). El objetivo es evaluar la plasticidad fenotípica de diferentes clones de Cabernet Sauvignon implantados en diferentes sitios, según el crecimiento vegetativo, el rendimiento y los rasgos cualitativos (perfiles bioquímicos y sensoriales). El experimento se llevará a cabo utilizando un diseño multifactorial con dos clones de Cabernet Sauvignon (Mont Eden y Clon 7) plantados en 4 viñedos distribuidos en 2 regiones (Valle de Uco y Luján de Cuyo). En cada viñedo se seleccionarán 9 hileras que contienen 200 plantas cada una, que se evaluarán durante el período de maduración y se cosecharán en la madurez comercial (24 °Brix). Se registrará la temperatura y humedad relativa del aire y la ocurrencia de las etapas fenológicas (brotación, floración, envero y madurez) durante la temporada de cultivo, mientras que el crecimiento y el rendimiento se evaluarán a cosecha. El proceso de vinificación se llevará a cabo por triplicado utilizando recipientes de 800 L en condiciones estandarizadas siguiendo un protocolo desarrollado en colaboración con el Catena Institute of Wine (CIW). Los compuestos fenólicos (antocianos y no antocianos), volátiles y metoxipirazinas (MPs) se analizarán y cuantificarán en muestras de bayas y vinos utilizando HPLC-DAD-FLD y GC-MS. Los perfiles sensoriales del vino se evaluarán con un panel de cata entrenado en colaboración con el CIW. Se analizará multifactorialmente el efecto del genotipo, el sitio de cultivo y de su interacción (ANOVA multifactorial).