De lo apolíneo a lo dionisiaco
La mayoría de los textos críticos sobre la obra de Rubén Darío, sin duda alentados por los versos del propio nicaragüense, tienden a enfocarse en la cara más patética de su discurso: su angustia existencial y su agónica búsqueda de armonía personal y universal. No obstante, existe una faceta menos e...
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Publicado en: | Cuadernos del CILHA |
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Acceso en línea: | https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=15446 |
Sumario: | La mayoría de los textos críticos sobre la obra de Rubén Darío, sin duda alentados por los versos del propio nicaragüense, tienden a enfocarse en la cara más patética de su discurso: su angustia existencial y su agónica búsqueda de armonía personal y universal. No obstante, existe una faceta menos explorada de su obra que muestra a un Darío que, de hecho, anhela, desde los trece años, convertirse en un bohemio más del Barrio Latino, en un poeta maldito y decadentista al estilo de los simbolistas a los que tanto admira. Este otro Darío, bohemio a su pensar, aparece en textos como el cuento ―El pájaro azul, el prólogo a un libro de Alejandro Sawa, el primer "Nocturno" de Cantos de vida y esperanza y varios de sus textos autobiográficos y crónicas. Según se revela en estos escritos, la angustia existencial de Darío probablemente no fue tan excepcional como se suele presentar. El gran poeta nicaragüense fue seguramente uno más de los jóvenes y empobrecidos escritores y artistas que, mientras esperaban su justa (al menos, a su juicio) gloria, supieron disfrutar de la excéntrica vida bohemia del Barrio Latino de París, sin tener que lidiar con los obstáculos de la moral burguesa. |
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