Mazdekismo : herejía y utopía en la Persia Sasánida (484-528)

En la Persia sasánida, durante el reinado de Kavâdh (488-531), un profeta llamado Mazdek lideró un movimiento heterodoxo —en lo religioso— y utópico —en lo social— al cual los estudiosos han dado en llamar «mazdekismo», en obvia alusión a la figura de dicho reformador. Mazdek predicaba a sus seguido...

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Autor principal: La Hidra de Mil Cabezas
Publicado: 2006
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Acceso en línea:https://bdigital.uncu.edu.ar/fichas.php?idobjeto=650
Descripción
Sumario:En la Persia sasánida, durante el reinado de Kavâdh (488-531), un profeta llamado Mazdek lideró un movimiento heterodoxo —en lo religioso— y utópico —en lo social— al cual los estudiosos han dado en llamar «mazdekismo», en obvia alusión a la figura de dicho reformador. Mazdek predicaba a sus seguidores que la propiedad privada, el matrimonio, los privilegios sociales y las guerras deben ser erradicados de la convivencia humana por cuanto son un fruto nocivo del egoísmo, la soberbia y el odio, sentimientos todos ellos engendrados por las Tinieblas —el Mal— y, por tanto, incompatibles con una piedad auténtica, centrada en un Dios luminoso y benefactor. Retomando el dualismo radical y el ascetismo extremo de los maniqueos, los mazdekitas llevaron hasta sus últimas consecuencias —esto es, hasta provocar una formidable stasis («alteración del orden social»)—, principios cosmológicos y éticos que hasta entonces sólo habían inducido metanoias («conversiones espirituales») de carácter estrictamente personal. Las fuentes persas, bizantinas y árabes coinciden en señalar que los seguidores de Mazdek practicaban la comunidad de bienes (comunismo) y de mujeres (amor libre) y se abstenían de toda acción cruenta, cultivando el pacifismo y el vegetarianismo. Percatándose del potencial revolucionario que abrigaba este movimiento social de impronta religiosa, el establishment —nobleza irania, clero oficial mazdeo y monarquía sasánida— desata contra él una feroz y tenaz represión, tanto material como simbólica, con un solo objetivo: eliminarlo. Pero, ¿por qué dar cuenta de esta utopía tan lejana en el tiempo y el espacio? Porque, como decía Gustav Landauer, “cada utopía [...] se compone [...] del recuerdo de similares utopías anteriores conocidas”, y eso también es aplicable a la nuestra...